Los embutidos en la cocina cubana

Los conocedores de los avatares de las mujeres y hombres cubanos que se ocupan de la cocina en el hogar, sabrán el papel importantísimo que desempeñan los embutidos en ese aspecto de la vida doméstica.

Se utilizan en todos los horarios y en diferentes variedades caseras o industriales. Les mostramos ejemplos:

En el desayuno

Aquí los cocineros aficionados en las casas de la Isla proponen las croqueticas hechas de todo lo que sobra en el refrigerador. Ahí podemos incluir, huesos con carne, caldo de pollo que sobró, lacon, hueso ahumado, pescado, o simplemente las croquetas de pescavilla.

Meriendas

En este horario entran las lascas finas de mortadela frita o pasada por la sartén. Los progenitores se encargan de que algún embutido por cómodo o económico forme parte de la dieta de los niños en la escuela.

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Almuerzo

Durante el almuerzo. Una comida importantísima para los cubanos, entran en el juego las jamonadas troceadas y mezcladas con ingredientes y especias. También se unen al menú en tortillas y arroces amarillos, pero resultan útiles en casos de apuro y preparaciones de corre-corre.

Cena

La comida de la tarde noche, constituye la meca para los oriundos del archipiélago. Luego del trabajo no hay nada como llegar y comerse un buen plato de comidita casera. En este alimento del día los embutidos son el furor.

Claro, la familia intenta dejar los más caros y sabrosos para esta hora. Las recetas son más elaboradas y ricas. Aquí lo mismo puedes ver una croqueta, salchichas, chorizos fritos, y en salsas, pero con agregados especiales como queso, rellenos, y algún toque especial para hacerlos diferentes a los embutidos en los demás horarios.

Lo que es cierto es que este tipo de alimento le salva la vida a más de uno en Cuba. Y fuera de la Isla se nos hace extraño no ponerlo en alguna de nuestras comidas para variar o recordar los viejos tiempos.

Populares son las salchichas, croquetas y albóndigas (de lo que sea) en sus diferentes variantes al más puro estilo cubiche, porque en la cocina como en la vida misma, somos creativos y prácticos.