Cubano sin miedo a las ITS

El cubano tiene un poco de músico, de poeta y de loco, y a veces mucho de loco. En cuestiones de sexo los mitos y las realidades que se comentan alrededor del mundo dan fe de que en este tema también tenemos lo nuestro.

Pero muchas veces tenemos tanta confianza que perdemos el miedo. Sí, el miedo a enfermarnos o los embarazos no deseados. Claro, la legalidad del aborto influye mucho en eso. Pero ese no es problema, lo realmente preocupante es el poco sentido de autoprotección que tienen algunos.

Ya no se puede decir que la juventud está perdida o que los jóvenes no tienen conciencia, pues los índices de contagios de infecciones de transmisión sexual en Cuba han aumentado la tendencia al grupo etario comprendido entre los 40 y 50 años en adelante.

¿Por qué sucede esto? Se trata de un pensamiento arraigado y antiguo de muchos latinos. La fobia al condón y el mito de que el placer disminuye con uso, ha afectado más a los de más experiencia.

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-“En mis tiempos no había nada de eso”- dijo Genaro, un guajiro de 52 años que aún se pregunta cómo aquella mujer tan madura y limpia le contagió gonorrea.

-“Hoy todo es distinto, no se puede confiar en caras bonitas o en higiene personal, cualquiera cae”. Fue la expresión de Marta, quién con 45 años vio roto su matrimonio de 20 años, gracias a que su esposo le pasó la sífilis.

Por suerte para Marta fue una enfermedad curable, pero muchos cubanos y de todas las edades caen en la trampa de la confianza o la inexperiencia a pesar de lo mucho que se orienta sobre el tema en las escuelas, centros de trabajo y medios de comunicación masiva.

Lo cierto es que el miedo en este caso es saludable, ayuda a la conciencia a obrar correctamente. Y aunque muchos cubanos le temen al contagio, otros van por vida sin miedo a las ITS.