Antoñica Izquierdo, la milagrosa de Pinar del Río

No conocía de la existencia de esta leyenda, pero, a través de una chica pinareña que tiene un canal en YouTube, supe de la historia conocida en el extremo occidental de la isla.

La protagonista era una señora de nombre Antoñica Izquierdo, campesina de Pinar del Río que allá por la década del 30 en el siglo pasado emergió en el imaginario popular de esa tierra como La Virgen de los Cayos. Su don era realizar distintos actos de curación milagrosos, con el agua.

Era una guajira, de origen isleño, de los Cayos de San Felipe, región perteneciente al municipio de Viñales, cuentan que sufría de una pobreza extrema, también se dice que Antoñica era semianalfabeta. Descendía de una familia con tradición de curanderos y fue madre de siete hijos. Quienes la conocieron alegan que fue tan preocupada por ellos como por su oficio y la describen vestida con una vieja túnica, larga hasta los tobillos.

Según estudios sociológicos realizados, detrás de la imagen divina de Antoñica Izquierdo se encontraba una mujer desgastada por el trabajo en el campo, aparentemente imperturbable, sosegada, envejecida a pesar de sus cuarenta años, de buena expresión y poca conversación.

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En la madrugada del 8 de enero de 1936, su hijo más pequeño enfermó ocurrió y ella aseguró escuchar la voz de la Virgen que le decía cómo curarlo con agua: “Te voy a facultar para que puedas curar, pero nunca podrás cobrar a nadie ni hacerlo por interés”. El pequeño se curó y así nació un fenómeno de religiosidad.

Desde ese día creció el mito de Antoñica Izquierdo. Decenas de personas de todo el país la visitaban a diario y se reunían alrededor de su humilde. A pesar del cansancio, el hambre y la sed, ella atendía a todos los que creían en su poder curativo.

Su fama trascendió hasta ganarse el odio de boticarios, médicos y políticos. El 14 de abril de 1936 la acusaron de ejercer ilegalmente la medicina y le iniciaron una causa judicial en el Juzgado Correccional de Viñales. Al día siguiente tuvo lugar el juicio, pero quedó en libertad. Así enfrentó otras acusaciones.

Luego defendieron la tesis de que Antoñica presentaba síntomas de demencia, después de eso, la internaron en el Hospital de Mazorra. Allí murió el 1ro de marzo de 1945, aunque su fama sobrevivió y sigue en pie en las calles de Pinar del Río. Aún se habla por esos lares de Antoñica Izquierdo o La Milagrosa.

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